en San Francisco de Macorís
El árbol del cacao (Theobroma cacao L) es originario de la Amazonia Sudamericana, desde donde se extendió por todo el continente hasta México. El cacaotero es tropical, de la familia de las Esterculiáceas, es de tronco liso pudiendo alcanzar unos 6 a 12 metros de altura, aunque en cultivo se forma como arbusto de 2 ó 3 metros de altura. Las flores y el fruto nacen directamente del tallo y ramas y crecen de forma inusual. El fruto es denominado mazorca y tiene forma de calabacín alargado. El cacao tiene una corteza rugosa, la cual está rellena de una pulpa rosada. Dentro de la pulpa están los granos o semillas y se encuentran entre 20 y 60 en cada mazorca.
Características nutricionales
De la semilla de esta planta, se extraen materias grasas (manteca de cacao). La almendra, una vez tostada y molida, se convierte en un polvo que se utiliza para fabricar el chocolate, cuya ingestión produce una sensación de bienestar en el organismo, debido a sus propiedades estimulantes. El chocolate es un alimento muy rico en aceites vegetales, los cuales protegen el sistema nervioso central, aumentando significativamente la percepción física y mental.
Origen
Los árboles de cacao crecían en forma natural a la sombra de selvas tropicales en las cuencas del Amazonas y del Orinoco, hace miles de años. Los primeros cultivos conocidos fueron en Centroamérica, unos 1000 años a. C. El cacao simbolizaba para los mayas el vigor físico y la longevidad, y consistía de un brebaje amargo que consumían exclusivamente los nobles; también se utilizaba en ritos religiosos. Al ver que los granos de cacao se usaban como monedas y que los aztecas le atribuían a la bebida de cacao virtudes reconstituyentes, Hernán Cortés decidió explotarlo comercialmente, surgiendo así plantaciones en México y las islas del Caribe.
Requerimientos para su cultivo
El árbol del cacao es delicado y exigente. Requiere una temperatura constante de entre 23º y 28ºC, lluvias abundantes y regulares, así como suelos ricos en potasa, nitrógeno y otros elementos. El árbol joven es particularmente sensible al sol y al viento y debe desarrollarse a la sombra de otros árboles frondosos, llamados “madres del cacao”. Su sombra debe permitir la entrada de cierta cantidad de luz solar, dependiendo del ciclo de cultivo. Se siembra desde el nivel del mar hasta alturas considerables, aunque el rango óptimo es de 250 a 900 metros de altura.
Variedades
Existen tres variedades de la planta del cacao. El Criollo representa los cacaos originales y cuyas plantaciones más antiguas se remontan al siglo XVI. Esta variedad es considerada el príncipe de los cacaos por su calidad y poderoso aroma. Sin embargo, sólo representa el 5% de la producción mundial debido a que es un árbol de bajo vigor y poco rendimiento. La segunda es el Forastero, que constituye un grupo muy diversificado, más resistente y productivo que el Criollo. Se trata de un cacao de calidad ordinaria que se usa en la elaboración de chocolates comunes. Representa más del 80% de la producción mundial. La tercera, ampliamente conocida, es el Trinitário, originario de la isla de Trinidad, cultivado a base de cruzar las dos variedades anteriores. Por tanto, es más aromático que el Forastero y más resistente que el Criollo.
El mercado mundial del cacao
Debido al gran volumen alcanzado por el comercio mundial de este grano y a la importancia que tiene la exportación de cacao para un considerable número de países en vías de desarrollo, en 1973 se creó la Organización Internacional del Cacao, con el objetivo de administrar el primer Convenio Internacional del Cacao (1972). Desde entonces, ha habido siete convenios sucesivos y actualmente está vigente el del 2010. El comercio mundial del cacao ha tenido grandes variaciones, especialmente debido a cambios significativos en la distribución geográfica del producto.
Siembra y producción de cacao en República Dominicana
El cacao ha sido un cultivo tradicional de República Dominicana. Para la década de 1940, el país ya era un gran productor y exportador de este grano en cantidades superiores a las 25,000 toneladas métricas. Actualmente el país cuenta con una superficie cosechada de 2.4 millones de tareas, lo que representa un 9.5% de toda nuestra área boscosa. La distribución geográfica se encuentra concentrada en 28 municipios principalmente en las regiones del nordeste, donde se destacan San Francisco de Macorís, Pimentel, Hostos, Castillo, Cotuí y La Vega, concentran más del 60% del área total sembrada.También se cultiva el cacao en la región este, con un 12% del total, especialmente en Hato Mayor, El Seibo, El Valle, Miches y Sabana de la Mar y en las regiones norte y central, que aportan un 10% de la producción total. Finalmente, la región norcentral produce un 7% del total del área sembrada.
La exportación de cacao y su contribución a la economía nacional
En atención a la calidad, el mercado internacional clasifica el cacao dominicano en cuatro categorías básicas: Sánchez, Hispaniola, Orgánico Sánchez y Orgánico Hispaniola. El Sánchez se exporta principalmente a Estados Unidos donde es altamente apreciado por su contenido de manteca y por su bajo precio. En las últimas décadas, el cacao híbrido ha ido ganando participación en el total de las exportaciones del país. De acuerdo a estadísticas del Banco Central, las exportaciones oscilaron entre 20,000 toneladas en el año 1999, hasta las 59,000 en el año 2009. En el 2011, el país logró recuperar en parte su nivel de exportación, llegando a unas 50,994 toneladas, lo cual, unido a altos precios en el mercado internacional, obtuvo un valor de US$175,773 millones, cifra récord en la historia de este producto. En adición, el país exportó ese año unas 7,880 toneladas de cacao manufacturado con un valor de US$7,880 millones.
El cacao orgánico
La certificación orgánica es un un procedimiento mediante el cual se garantiza que un producto, sea animal o vegetal, los equipos y el proceso de producción cumplan con las normas de un organismo regulador, sin dañar el medio ambiente. La producción orgánica en República Dominicana se inició en la década de 1980, como una forma de acceder a nichos específicos en los mercados de la Unión Europea. Actualmente se estima el número de nuestros productores de cacao orgánico en más de 10,000.